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¿Cómo se supera el miedo a ser golpeado en los deportes de combate?

Recibir un golpe en la cara, el cuerpo o las piernas no forma parte natural de la vida: es una experiencia que, aunque normal en la práctica de las artes marciales, va en contra del instinto de conservación que todos compartimos.

Por eso, ante la posibilidad de ser golpeado, surge instintivamente el miedo. Este miedo a ser golpeado puede paralizarte, restarte confianza en ti mismo e impedirte desarrollar todo tu potencial deportivo.

Durante una pelea o una sesión de sparring, es muy fácil detectar a alguien que tiene miedo a ser golpeado: sus movimientos se restringen, su cuerpo se retrae y las reacciones que ha practicado en los entrenamientos dejan de aplicarse.

Por el contrario, un luchador que no tiene miedo muestra su confianza, se mueve mucho y sus movimientos son fluidos. Cuanto más capaz seas de superar el miedo a ser golpeado y a resultar herido, ya sea tu cuerpo o tu ego, mejor podrás desenvolverte en un combate.

Por eso es importante aprovechar este aspecto doloroso del deporte de combate que practicas para cosechar otros beneficios, como la forma física, la confianza en uno mismo, la capacidad de recuperación y el respeto por los demás deportistas.

Recibir golpes en los deportes de combate: una constante que debe incorporarse al entrenamiento

Cuando decides practicar un deporte de combate, aceptas automáticamente que inevitablemente te golpearán. Pero si estás en constante movimiento, si eres rápido y te defiendes, te olvidarás de tener miedo porque tu mente estará demasiado ocupada intentando evitar el siguiente golpe mientras preparas el siguiente ataque.

Por eso, la mejor manera de eliminar el miedo a ser golpeado es practicar la reacción a los golpes y simular tus bloqueos y esquivas.

Ejercicios de bloqueo y esquiva

El paso más fundamental para superar el miedo es trabajar en lo básico. Hay que practicar la esquiva y el bloqueo hasta que estos movimientos se vuelvan naturales. Pueden pasar meses o incluso años de entrenamiento antes de que puedas hacer estos movimientos sin pensar.

Para acelerar tu aprendizaje, elige sólo uno o dos esquives o bloqueos y aplícalos tanto como puedas en tu entrenamiento. Al concentrar tu atención en uno o dos movimientos defensivos, aprenderás muy rápidamente los límites de lo que funciona y lo que no mucho más rápido que si estuvieras tratando de aprender 20 movimientos al mismo tiempo.

Una forma muy común de superar el miedo a recibir golpes es la exposición controlada. Los palos de entrenamiento son una herramienta excelente para practicar la esquiva y el bloqueo de golpes. Tu compañero de entrenamiento tendrá que asegurarse de que te presiona lo suficiente para que llegues al límite de tu capacidad. Si los golpes de tu compañero son demasiado lentos o demasiado evidentes, no aprenderás nada. Por el contrario, si lo único que hace tu compañero es pegarte todo el rato, tampoco aprenderás nada. Una parte importante de este ejercicio es recibir golpes, y muchos. Es una forma de decirle a tu cerebro cuándo vas demasiado lento, cuándo has esquivado mal o cuándo no has prestado atención a un posible movimiento.

Después de un tiempo, empezarás a conocer tus habilidades y lo que eres capaz de hacer.

Recibir golpes con protección o detrás de la bolsa

Practica ser golpeado por tus compañeros, preferiblemente con golpes controlados. Los jabs y los ganchos, las patadas laterales y las patadas de empuje son buenas herramientas de entrenamiento.

Una forma de hacerlo es colocarte detrás de un saco de boxeo y dejar que tu compañero golpee. Sus golpes deben ser controlados al principio y aumentar lentamente en velocidad y potencia. Colocándote detrás de la colchoneta o del saco de boxeo, te harás una idea de la fuerza que se esconde en su interior. A veces, el miedo a no saber qué ocurre cuando te golpean es más aterrador que ser golpeado de verdad. Por eso es importante sentir la fuerza de un golpe para familiarizarse con ella.

Otra forma más avanzada de entrenarse es ponerse delante de tu pareja y pedirle que te golpee ligeramente. El objetivo no es hacer daño, sino sentir la sensación de un pie en el pecho o una espinilla en las costillas. Un casco protector también puede ser útil para sentir la fuerza de un golpe y reducir el dolor.

Miedo a ser golpeado durante el entrenamiento de deportes de combate

Algunos consejos prácticos

Cuando entrenes con alguien de un nivel muy superior al tuyo, presta atención a la potencia e intensidad de tus golpes. Cuanta más fuerza utilices, más estás indicando a tu compañero que puede golpearte más fuerte y más rápido.

Simulación de disparo

Para reducir el reflejo de sobresalto y acostumbrarse a superar el miedo a recibir un golpe en la cara, colóquese frente a su compañero de entrenamiento y baje las manos y la barbilla. A continuación, tu compañero debe lanzarte puñetazos a la cara y al cuerpo. Primero despacio, luego rápido. Así que intenta no parpadear cada vez que se acerque el disparo.

¡No dejes de moverte!

Una forma práctica para que los principiantes superen el miedo a los golpes es aprender a moverse sin miedo: los ataques deben lanzarse sin vacilar y los movimientos deben ejecutarse sin pensar. Lleva tiempo, pero progresar es un proceso a largo plazo.

Cuando te acerques a tu oponente, mantén la guardia alta. Cuando estás fuera de alcance, no te pueden golpear. Así que no dudes en ponerte de pie y moverte con libertad.

Controla tu velocidad de escritura

También es importante entrenar a diferentes velocidades. Cronometre 30 segundos a un ritmo lento, medio y rápido. Practica movimientos y golpes fundamentales a gran velocidad. Comprueba cuántas patadas y puñetazos puedes dar en 10 segundos como punto de referencia.

Después de unas cuantas series de ejercicios, deberías sentirte más seguro al moverte a un ritmo más rápido. Continúa este entrenamiento hasta que sientas una sensación de control, incluso cuando estés golpeando y pateando tan fuerte y tan rápido como puedas.

Por último, simplifica tus movimientos a medida que las cosas se aceleran. Cuando las cosas se ponen difíciles, hay que simplificar las opciones de movimiento. Olvídate de complicadas secuencias que apenas puedes realizar. Cuando las cosas se pongan rápidas y difíciles, recuerda los movimientos que aprendiste en tu primera semana de clases.

Estos ejercicios están diseñados para ayudarle a superar el miedo a ser golpeado y progresar en su entrenamiento. Sin embargo, es muy importante dominar las posturas defensivas, los movimientos básicos y de golpeo antes de embarcarse en esta etapa.

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